El deporte me ha aportado calidad de vida, disciplina, autoconfianza, diversión, compañerismo, trabajo en equipo… Me siento nueva después de haber nadado, por ejemplo, y tras una de las dobles sesiones en la nieve, soy feliz. Y es que vivir con dos prótesis de titanio en lugar de piernas, tiene sus inconvenientes, pero con una actitud como la que a través de este libro aprenderéis, de triunfador, no hay nada que el ser humano se proponga y, con voluntad y constancia, no consiga.
El esquí ha traído a mi vida grandes logros como varias medallas de oro y la Copa de España’11, pero lo más importante es que me ha enseñado que las caídas, los malos momentos, el sacrificio… se compensan con el fortalecimiento de un espíritu triunfador. Y ese espíritu de lucha, esa tozudez por lograr cosas, han hecho que eligiese no rendirme. Una actitud que nunca abandonaré, como espero que os ocurra a todos vosotros tras la lectura de “Actitud de Triunfador”.
Del prólogo de Irene Villa?